Según un estudio reciente, descubrimos que las abejas miran al suelo para ajustar su altitud durante el vuelo.
Los investigadores descubrieron que si las abejas querían volar sobre un lago y cruzarlo, podían hacerlo siempre que hubiera ondas en el agua. Pero si el lago está en calma, como un espejo, las abejas pierden altura casi inmediatamente hasta caer al agua.
Entonces, las abejas necesitan señales visuales para navegar en vuelo. En concreto, requiere señales de suelo que le permitan ajustar la altura.
Cuando no pudieron recibir una señal en el suelo, descendieron más, pensando que estaban volando demasiado alto. El resultado es fatal, porque caen tan bajo que tocan el suelo.
Para llegar a esa conclusión, lo investigadores realizaron un experimento.
Crearon un túnel con espejos, en el techo y el suelo. Cuando se cubrieron los espejos, las abejas lograron cruzar el túnel. Cuando solo se mostró el espejo del techo también lograron cruzar sin problemas.
Pero al mirarse en el espejo de la tierra, las abejas comienzan a caer al suelo tras revolotear unos centímetros.
A diferencia de los pilotos que pueden confundirse en el espacio, las abejas no tienen su propio altímetro, sino que se guían por señales visuales desde el suelo.
Pero cuando no ven ninguna señal visual, su desaparición puede ser desastrosa. En el caso de los pilotos, no se dejaron engañar por ilusiones. Están entrenados no para escuchar sus sentidos sino para usar los instrumentos del avión.
La próxima vez que veas una abeja volando recuerda que lo hacen observando el suelo para medir su altitud.
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