Como ha sido desde que inventó sus primeras herramientas en los albores de la humanidad, el ser humano trabajará apoyándose en la tecnología para mejorar el resultado de su trabajo y tomar mejores decisiones.

¿La tecnología podría remplazar a los humanos?

La idea de crear tecnología similar a la humana surgió después de la Segunda Guerra Mundial. Evidentemente, la idea original fue valiente y allanó el camino para la robótica moderna; sin embargo, aun en el siglo XXI, la inteligencia artificial no puede hacer algunas cosas. El ingenio, además de otras capacidades humanas, ha funcionado como el motor creativo del que depende el funcionamiento de la inteligencia artificial.

Por muy avanzada que sea, la inteligencia artificial (IA) difiere bastante de la inteligencia humana y no podrá replicar muchas cualidades humanas (al menos no en un futuro próximo). Veamos algunas de ellas:

  1. La inteligencia artificial no cuenta con una base significativa sobre la cual establecer metas u objetivos (reacciona a las instrucciones que se le dan).
  2. Una inteligencia artificial todavía no experimenta la vida como la conocemos, por lo que no desarrolla lo que llamaríamos “valores” y, por lo tanto, no podemos llamar “juicios” a las decisiones que toman.
  3. La inteligencia artificial puede tomar decisiones basadas en los datos que tienen disponibles; sin embargo, eso es diferente a lo que se entiende por “juicio”. El juicio se basa en valores, y los valores se aprenden de la experiencia de la vida.
  4. El ser humano está acostumbrado a tomar decisiones morales basadas en su análisis del entorno y de la situación. Sin embargo, las máquinas no pueden hacer eso.
  5. La sociedad humana pasó de los monos a la humanidad a través de una lenta evolución. En nuestro camino para convertirnos en lo que somos hoy, inventamos mucho en función de nuestras necesidades. Aunque las máquinas están hechas para imitar a los humanos, no pueden inventar nada por su voluntad.Podemos hacernos algunos cuestionamientos que pueden llegar a ser perturbadores, en vista de que la raza humana convive casi sin darse cuenta con la inteligencia artificial:
    • ¿Qué tareas estaríamos dispuestos a delegar a una máquina?
    • ¿Son suficientes los datos que le damos para que pueda tomar una decisión, de acuerdo con valores universalmente aceptados por los humanos?
    • ¿Para qué tareas y en qué condiciones es seguro dejar las decisiones en manos de la IA?

    Por el momento, no hay que temer por un futuro en el que la inteligencia artificial pueda asumir varios roles que hoy en día desempeñan los humanos. Como ha sido desde que inventó sus primeras herramientas en los albores de la humanidad, el ser humano trabajará apoyándose en la tecnología para mejorar el resultado de su trabajo y tomar mejores decisiones, basadas no solo en los datos, sino también en nuestra experiencia de vida y en los valores obtenidos de ella.

    Las discusiones sobre muchos temas relevantes, como la confiabilidad y la ética, seguirán llevándose a cabo, en la búsqueda de una inteligencia similar a la humana.

    Mientras tanto, T7 International Group sigue aportando creatividad, experiencia, sentido común y muchos otros valores humanos en el desarrollo de soluciones tecnológicas que ayuden al ser humano, a las empresas, a la sociedad y a la ciencia en sí misma.

    Para lograr una inteligencia general artificial (AGI por sus siglas en inglés que se refiere al concepto de IA con capacidad de razonamiento, abstracción, comunicación y con capacidad de formular y entender el conocimiento), seguiremos admirando, entendiendo, emulando al único ejemplo de inteligencia metacognitiva disponible: el cerebro humano. Y detrás de la tecnología siempre encontraremos el ingenio y guía humanos.

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