Al menos 50 personas murieron y más de 300 resultaron heridas tras un bombardeo a una estación de tren que se usaba para evacuar civiles en Kramatorsk, en el este de Ucrania, informaron las autoridades locales.
Entre los muertos hay al menos una decena de niños, según reportes del gobierno ucraniano, que culpó a Rusia del ataque.
Moscú, como ha hecho en otras ocasiones a lo largo de la guerra, negó su responsabilidad.
Numerosas imágenes desde la estación muestran charcos de sangre y maletas esparcidas, al parecer de los ucranianos que intentaban ser evacuados.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó el ataque como una “atrocidad horrible” y lamentó la continua muerte de civiles en Ucrania.
“El ataque a una estación de tren ucraniana es otra atrocidad horrible cometida por Rusia, que atacó a civiles que intentaban evacuarse y ponerse a salvo”, escribió en Twitter.
Kramatorsk, en la región de Donetsk, era una de las estaciones ubicadas más al este del país que todavía estaba en operación.
El director de la empresa ferroviaria dijo que dos cohetes de artillería impactaron la estación, desde donde centenares de personas llevan días tratando de evacuar ante un potencial recrudecimiento del conflicto en esa área.
Tras no lograr conquistar Kiev, las tropas rusas se han retirado y han comenzado a reagruparse en lo que expertos en inteligencia ven como un intento de cambiar el teatro de operaciones de la guerra hacia el este de Ucrania.
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