En una vuelta de tuerca que redefine los códigos de vestimenta laboral, los jóvenes de la «Generación Z» en China están transformando el ambiente corporativo al preferir la comodidad de los pijamas sobre el encorsetado traje y corbata. ¿El resultado? Un estilo de oficina más relajado y casual, donde la moda se mezcla con la funcionalidad, y donde cada día parece ser una pijamada laboral.
Esta audaz tendencia ha ganado terreno entre los profesionales chinos más jóvenes, quienes han convertido las prendas de dormir en el último grito de la moda empresarial. De hecho, el uso de pijamas en el trabajo se ha vuelto tan frecuente que ya no es raro ver discusiones al respecto en las redes sociales, desde Xiaohongshu hasta Douyin, donde se desafían los convencionalismos de la vestimenta laboral.
Para muchos, esta moda puede parecer un acto de rebelión contracultural, pero en realidad, refleja una respuesta ingeniosa a las presiones económicas y laborales en China. En un contexto donde la percepción de la desaceleración económica y la competencia feroz por las oportunidades laborales se hacen sentir, ¿qué mejor manera de enfrentarlo que adoptando la comodidad como un derecho de nacimiento?
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