El primer ministro entrante de Canadá, Mark Carney, confirmó que su gobierno mantendrá los aranceles comerciales impuestos a Estados Unidos en respuesta a las nuevas tarifas anunciadas por el presidente Donald Trump.
Carney señaló que esta medida permanecerá hasta que Washington “muestre un compromiso con el comercio justo”.
La decisión surge luego de que Trump anunciara que duplicará los aranceles sobre el acero y aluminio canadiense del 25% al 50%.
El mandatario estadounidense justificó esta acción como una respuesta al recargo del 25% impuesto por la provincia de Ontario a la electricidad exportada a Estados Unidos.
Además, exigió la eliminación de aranceles canadienses a productos lácteos estadounidenses y amenazó con incrementar las tarifas a los vehículos importados desde Canadá.
En respuesta, el gobierno canadiense prepara nuevas tarifas de represalia que incluirán productos como jugo de naranja, café, calzado y electrodomésticos.
Estas medidas buscan” minimizar el impacto económico interno mientras afectan sectores clave de la economía estadounidense”.
Doug Ford, primer ministro de Ontario, criticó las políticas comerciales de Trump y advirtió sobre el impacto en la estabilidad económica de ambos países, sin embargo, posteriormente acordó suspender el recargo a la electricidad exportada a algunos estados estadounidenses tras negociaciones con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick.
Por su parte, Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador canadiense, calificó las medidas de Trump como “una traición a la relación entre ambos países” y exigió que Canadá imponga aranceles equivalentes a los estadounidenses.
Poilievre señaló que la respuesta debe ser firme para “proteger la economía y a los trabajadores canadienses”.
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