En Tijuana es común encontrar propietarios interesados en vender inmuebles que no están debidamente regularizados o escriturados, lo que representa un obstáculo legal y financiero tanto para ellos como para los compradores potenciales.
Lersa Mercadillo Gómez, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Tijuana, señaló que la falta de regularización en los inmuebles detiene la venta de propiedades en la ciudad.
Explicó que este fenómeno se ha dado a pesar del crecimiento urbano y del avance en la formalización del sector inmobiliario.
Reconoció que se ha llegado a recibir muchos clientes que necesitan asesoría porque sus propiedades no están listas para ser vendidas por uno de dos motivos, no tener la propiedad escriturada o no regularizada.
Indicó que aunque los profesionales inmobiliarios trabajan principalmente con propiedades en regla, es constante la llegada de personas que desconocen los pasos necesarios para formalizar legalmente sus bienes inmuebles antes de comercializarlos.
Nos llegan muchos clientes que justamente necesitan esa asesoría y que su propiedad no está escriturado o necesita una regularización, ahí es tener mucho cuidado con los contratos privados de compraventa para evitar dolores de cabeza posteriores”
Entre las causas más comunes, se encuentra el desconocimiento del propietario o la falta de interés por cubrir los costos asociados al proceso, ya que regularizar implica un gasto.
También se presentan casos particulares en que el propietario reside en Estados Unidos y no ha actualizado la situación legal del inmueble en México.
Algunas veces el bien ya fue pagado, pero permanece con un adeudo o sin cancelación de hipoteca, lo que impide su escrituración.
“La gente vive en Estados Unidos y dejó aquí la propiedad muchos años, él la terminó de pagar, pero nunca le quitó el gravamen, ese es un ejemplo de lo que pasa con algunos sectores”, contó.
El no tener una propiedad regularizada afecta directamente su valor en el mercado, advirtió, ya que un inmueble sin escritura difícilmente puede venderse a precio comercial, asumiendo el costo y riesgo de los trámites posteriores.
“Lo que te pudo haber costado más barato antes, ahorita es a precio actual y pues ahorita la situación es que muchas veces no quieren pagar”, añadió Mercadillo Gómez.
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