El mundo de la lucha libre está de luto. Hulk Hogan, uno de los íconos más influyentes en la historia del wrestling, falleció a los 71 años a causa de un paro cardiaco, según reportó el medio TMZ la mañana del miércoles. El exluchador, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea, murió en un hospital de Clearwater, Florida, luego de que los servicios de emergencia respondieran a una llamada de auxilio desde su domicilio.
Considerado el rostro más reconocible de la lucha libre durante los años 80 y 90, Hogan fue clave en el auge del entretenimiento deportivo en Estados Unidos. Su personaje carismático, su inconfundible bigote rubio y su energía desbordante en el ring dieron origen a la llamada Hulkamanía, un fenómeno que traspasó fronteras y generaciones.
Su carrera despegó en 1979 cuando conoció a Vince McMahon, tras ser presentado por Terry Funk. Luego de un breve paso por Japón y por circuitos independientes, Hogan regresó en 1983 a la entonces World Wrestling Federation (WWF), donde alcanzó la cúspide del estrellato con combates memorables y una popularidad sin precedentes.
Sus enfrentamientos en el Madison Square Garden se convirtieron en parte esencial del imaginario popular, y su presencia fue vital para el éxito inicial de WrestleMania, el evento anual que transformó la lucha libre en un espectáculo global. Nombres como André The Giant, Randy Savage, Ric Flair, The Ultimate Warrior y Paul Orndorff protagonizaron junto a él algunos de los duelos más recordados del deporte.
La fama de Hogan lo llevó también al cine, con apariciones en películas como Rocky III, Suburban Commando, No Holds Barred y Gremlins II, consolidando su lugar en la cultura pop de los años 80 y 90.
Durante su carrera, además de WWF/WWE, Hogan participó en otras compañías como WCW y TNA, y protagonizó nuevos combates emblemáticos en los años 2000 frente a estrellas como The Rock, Brock Lesnar, Shawn Michaels y el propio Vince McMahon.
En 2005 fue incluido en el Salón de la Fama de WWE, aunque su legado tuvo altibajos en sus últimos años debido a diversas polémicas en su vida personal, lo que llevó a que la empresa redujera su presencia pública.
A pesar de los escándalos, Hulk Hogan deja un legado imborrable como pionero y símbolo de una era dorada de la lucha libre, transformando un deporte de nicho en un fenómeno de masas. Su figura permanecerá como una de las más emblemáticas en la historia del entretenimiento deportivo.
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