Con una emotiva carrera, la comunidad runner y decenas de tijuanenses despidieron con cariño a “Chicles” el perrito maratonista que se ganó el corazón de todos.
Su dueño Héctor Hernández acompañado de otros corredores que apreciaban al can realizaron una última caminata en el circuito del CREA, el lugar donde “Chicles” solía correr y esperar a su amo mientras él entrenaba a sus atletas.
En la calle 11 de la Zona Centro, colocaron su urna sobre una base que, en unos meses, sostendrá un monumento de cobre en su honor, donde además se proyecta la posible construcción de un hospital para perros y gatos callejeros.
Héctor Hernández compartió que “Chicles” era como su hijo y un verdadero corredor élite, capaz de mantenerse al ritmo de los punteros en las competencias. Su especialidad eran las carreras de 5 kilómetros, donde alcanzó un tiempo destacado de 13 minutos con 38 segundos.
La urna con las cenizas de “Chicles” ahora descansa en la primera etapa de su monumento, ubicada junto a un mural con su rostro, como un homenaje eterno al perrito que conquistó los corazones de los corredores tijuanenses.