La población de personas en situación de calle en Tijuana ha registrado un incremento significativo durante los últimos meses, de acuerdo con organizaciones civiles que brindan atención a personas vulnerables en la ciudad. El fenómeno se ha vuelto más visible en zonas céntricas y de alta afluencia, donde cada vez más personas pernoctan en espacios públicos.
Representantes de asociaciones que operan albergues y comedores comunitarios señalaron que la demanda de servicios básicos como alimentación, refugio y atención médica ha crecido, superando en algunos casos la capacidad instalada. Indicaron que muchas de las personas que hoy viven en la calle son migrantes y deportados que llegaron a la frontera sin redes de apoyo, recursos económicos ni un lugar a donde regresar.
Otro factor que incide en esta problemática es la falta de oportunidades laborales formales y el alto costo de la vivienda, lo que dificulta que personas en situación vulnerable puedan reintegrarse de manera estable. Además, algunos casos están relacionados con problemas de salud mental y adicciones, lo que complica aún más su atención integral.
Organizaciones sociales advirtieron que los censos oficiales no siempre reflejan la magnitud real del problema, ya que muchas personas se mueven constantemente o se resguardan en zonas de difícil acceso. Por ello, estiman que la cifra de personas sin hogar podría ser mayor a la contabilizada por las autoridades.
Ante este panorama, colectivos y albergues hicieron un llamado a fortalecer las políticas públicas enfocadas en la prevención, la atención social y la reinserción, así como a incrementar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno. También solicitaron mayor apoyo ciudadano para sostener los programas de ayuda que, día a día, buscan atender a una población que continúa en aumento en la frontera norte del país.






