Hong Kong comenzó un periodo de tres días de duelo por las al menos 128 personas fallecidas en el incendio registrado en el complejo residencial Wang Fuk Court, considerado el siniestro más grave en la ciudad en varias décadas.
A las 8 horas del sábado, el jefe ejecutivo John Lee y otros funcionarios realizaron un minuto de silencio frente a la sede del gobierno, donde las banderas de Hong Kong y China permanecen a media asta. Autoridades informaron que continúan las labores para localizar a personas desaparecidas.
Durante el inicio del duelo, habitantes dejaron flores y mensajes en las inmediaciones del conjunto habitacional siniestrado, compuesto por ocho torres con más de mil 800 apartamentos en el distrito de Tai Po. Entre los mensajes colocados se encontraban muestras de solidaridad hacia las víctimas.
El gobierno local habilitó puntos en distintos sectores de la ciudad para que la población firme libros de condolencias.
Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar el origen del incendio. Los reportes preliminares indican que el fuego comenzó en los niveles inferiores del complejo, donde había mallas plásticas instaladas por trabajos de reparación. También se señaló que los andamios de bambú y paneles de espuma habrían favorecido la rápida propagación de las llamas.
El jefe del departamento de bomberos, Andy Yeung, informó que los sistemas de alarma de los edificios no funcionaron adecuadamente y que se tomarán medidas contra los contratistas responsables.
El organismo anticorrupción de Hong Kong detuvo a ocho personas relacionadas con la obra de reparación, entre ellas consultores y subcontratistas. Un día antes, otros tres hombres habían sido arrestados por presuntamente dejar materiales inflamables en el lugar. Mientras tanto , equipos de rescate continúan recuperando cuerpos en la zona afectada, donde algunos pacientes permanecen hospitalizados en estado crítico.
La policía activó un sistema especializado de identificación de víctimas para apoyar a las familias que buscan a sus familiares.
El incendio dejó a unas 800 personas sin vivienda, quienes fueron trasladadas a alojamientos temporales.
El gobierno anunció un fondo de apoyo destinado a las personas damnificadas. En la zona cercana a las torres calcinadas, grupos comunitarios instalaron puntos de entrega de ropa, alimentos y artículos básicos, además de módulos de atención médica y psicológica. Las autoridades reportaron que las donaciones fueron suficientes y que no es necesario enviar más insumos por el momento.
