El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a colocar en la agenda bilateral el problema de la contaminación en el río Tijuana, al exigir al gobierno mexicano atender con urgencia las descargas de aguas residuales que llegan a territorio estadounidense.
Según el mandatario, la situación representa un riesgo sanitario para comunidades fronterizas y debe resolverse sin demoras.
El mensaje, difundido a través de sus redes sociales, fue acompañado de un video que muestra escurrimientos de desechos hacia la zona de playas en el sur de California, lo que incrementó la presión política en un tema que ha generado tensiones entre ambos países desde hace años.
La nueva advertencia llega mientras Washington insiste en que México debe cumplir con los compromisos hídricos establecidos en acuerdos internacionales. La administración estadounidense considera que el país no ha entregado los volúmenes pactados y ha lanzado la amenaza de imponer aranceles del 5% a productos mexicanos si no se regulariza el suministro antes de que termine el año.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha asegurado que México está actuando conforme a los tratados y que el tema se atiende mediante mesas técnicas y diplomáticas. El gobierno federal argumenta que la sequía prolongada y la infraestructura limitada complican la entrega de agua en los tiempos que exige Estados Unidos, aunque insistió en que se buscarán soluciones que no afecten la relación bilateral.
Respecto a la contaminación del río Tijuana, autoridades mexicanas han indicado que existen proyectos de rehabilitación y mejoras en sistemas de tratamiento, pero reconocen que es un reto histórico para Baja California, por lo que se requieren inversiones adicionales.
Ambos gobiernos mantienen conversaciones para atender tanto el tema del saneamiento como el cumplimiento del tratado de aguas. Desde México se confía en que los acuerdos técnicos avancen lo suficiente para frenar cualquier represalia comercial y evitar que la confrontación escale.






