El personal de la Dirección de Inspección y Verificación, acudió a un domicilio particular para finalizar una posada clandestina con más de 80 menores de edad.
En el domicilio ubicado en la calle Francisco Javier Mina, de la colonia Unión, se realizaba una posada, en la cual había menores de entre 15 y 17 años de edad quienes pagaron una entrada entre los 200 y 250 pesos.
Al acudir al domicilio, los menores presentes no pudieron acreditar la mayoría de edad ante las autoridades, por ello procedieron a suspender el evento y a desalojar el inmueble.
Los que organizaron la fiesta entraron en contradicciones, asegurando que se trataba de una fiesta de cumpleaños privada e intentó impedir el acceso a los inspectores, quienes además fueron agredidos verbal y físicamente. Los oficiales fueron agredidos con piedras e incluso intentaron arrollarlos con un vehículo.
El Ayuntamiento de Tijuana, explicó que los inspectores fueron alertados por algunos vecinos, manifestando su inconformidad por la fiesta clandestina, denunciando que había menores de edad alcoholizados y convertida la zona en un caos.
“El XXIV Ayuntamiento de Tijuana recalca su política de cero tolerancia a estas actividades fuera del marco de la Ley y que ponen en riesgo la integridad de las y los jóvenes, además de reiterar el llamado a los padres de familia para coadyuvar en el combate a estas fiestas clandestinas”.
